Dios, por ser ese ser Supremo que me permitió la existencia, además de ser mi soporte, y la fuente inagotable de mi inspiración y vida eterna.
Jesús, por ser el camino, la verdad y la vida, mi pastor y salvador.
Espíritu Santo, por ser mi bálsamo consolador.
Mi Familia en general, a mi madre, esposa e hijos, porque son mi apoyo incondicional y la razón de mi diario vivir.
Mis Amigos y Conocidos porque de ellos aprendo algo distinto cada día.
Mis Enemigos, porque por ellos he aprendido a dar amor por odio, perdón por condenación, reconciliación por venganza.
A las Adversidades y Tiempos Difíciles; por que me han enseñado a madurar física y espiritualmente, y porque ha permitido que crezca con sabiduría.
¡Bendiciones a todos!
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